Hormigas y sus rebaños de pulgones

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   Una de las prácticas más asombrosas de al­gunas especies de hormigas es el mantenimiento y ordeño de "vacas". La "vaca" es, en realidad, otro insecto, un áfido o pulgón de las plantas, que deposita una secreción llamada ligamasa sobre el follaje y los tallos de la vegetación. Las hormigas ordeñan los áfidos golpeándolos suavemente con las antenas; así los instan a dar gotas de ligamaza.

   Las hormigas conducen sus rebaños de insec­tos a diferentes partes de la planta o a dife­rentes plantas del jardín para asegurarse de que tengan suficiente comida. Algunas cavan túneles en el suelo por el gusto de chupar los pulgones de las raíces de las plantas, e incluso algunas se llevan esos pulgones a su propio hormiguero para el invierno.

   Los áfidos no son los únicos animales que encuentran hospitalidad en los nidos de las hormigas. Gran cantidad de coleópteros, cuca­rachas, moscas y arácnidos fijan allí su residen­cia. Sus anfitriones les permiten, de buena o mala gana, alimentarse de sus excreciones o de su comida.

   El parasitismo desempeña un papel impor­tantísimo en la vida de las hormigas. Distintas especies o grupos pueden vivir de otros temporaria o incluso permanentemente. Por ejem­plo, varias colonias del género Fórmica, de zonas templadas, pueden establecerse en los nidos de otras comunidades de Formicas. Una sola reina induce a las obreras de una colonia foránea (de una especie similar) a cuidar de ella y de las crías de los huevos que pone en su nido. La reina original de la colonia puede quedarse, ser muerta o expulsada, incluso por sus propias obreras. Cuando las larvas de la reina invasora maduran, reemplazan a las pri­mitivas obreras, que han ido muriendo natural­mente. Entonces quedan pocas pruebas de que la colonia ha comenzado por el parasitismo. La esclavitud de las hormigas, o dulosis (del vocablo griego que significa "esclavo"), es rea­lizada por colonias militantes que persiguen y capturan a miembros de otras colonias, frecuen­temente de una especie distinta. Las obreras de Formica sanguinea se llevan las larvas y nin­fas de la hormiga roja, que son atendidas por hormigas que ellas mismas fueron crías captu­radas anteriormente. Cuando las nuevas cautivas maduran, cuidan de las larvas, buscan comida, y así forman parte de la comunidad esclavista. Sin embargo, las obreras de Formica sanguinea. realizan los principales deberes de la colonia.