El tarsero, un mamífero extraño

Universo animal | tarsero | mamíferos |  El tarsero o tarsio es uno de los anima­les más extraños y estrambóticos de cuantos se co­nocen. Sus enormes ojos pardoamarillentos ocupan toda la parte anterior de su cabeza, y casi parece que se juntan por encima de su nariz, diminuta y achatada. Estos enormes ojos le dan al tarsero el aspecto fan­tástico de extraño duendecillo. Vive en lo más in­trincado de las selvas del Archipiélago Malayo por lo que son pocas las gentes que han logrado verlo; a ello, contribuye el que es animal nocturno y sólo abandona sus guaridas después del anochecer. Sus aterradores gritos en la noche —parece como si es­trangularan a un hombre— infunden terror supers­ticioso a los indígenas, que impulsados por el miedo, evitan cuidadosamente el encontrarse con el tarsero.
   Es algo más pequeño que una ardilla. El pelaje del tarsero es pardo grisáceo; su cola, larga como la de las ratas, con un mechón de pelo en su extremo; sus orejas peladas recuerdan las de los murciélagos. Los enormes ojos del tarsero, que le permiten ver en la noche, no se mueven como los del hombre, pero en cambio, estos animales pueden girar su cabeza recorriendo un arco de 160 a 170 grados, y cuando parece que va a re­torcerse el cuello, la tornan rápidamente hacia el lado contrario.
   Los dedos de sus pies y manos, largos y huesosos, terminan en una especie de ventosas carnosas en forma de discos que le sirven para sujetarse firme­mente a las ramas de los árboles. Algunos tarseros tienen garras diminutas, y otros, uñas planas. Los larguísimos huesos del tarso o del metatarso de las patas posteriores, enormemente prolongadas, le han valido el nombre de tarsero. Estos huesos tan largos lo capacitan para dar saltos muy grandes, en rela­ción con su pequeño volumen; el tarsero es capaz de dar saltos hasta de 15 metros, erguido sobre la punta de los pies y con los brazos extendidos y dirigidos hacia adelante o ligeramente doblados en los codos.
   Los tarseros buscan por la noche sus alimentos saltando de árbol en árbol, o merodeando por la ma­leza de las selvas en busca de lagartos, pequeñas serpientes, insectos o frutas. Durante el día, los tarseros duermen en los árboles, agarrados a las ramas con sus pies y manos casi humanas, en posición inverosímil.

El tarsero es un primate
Este extraño animalejo es uno de los parientes más cercanos del hombre. Es un mamífero, pertene­ciente al orden de los primates, en el que se incluye al hombre, a los antropoides, simios y lémures. Los hombres de ciencia creen que los tarseros están más cerca de los antepasados de los primates que cual­quier otra especie del grupo. Poco se sabe acerca de su reproducción y crianza, pero es opinión gene­ralizada que la hembra pare cada vez sólo una cría.
   Existen diversas especies de tarseros que constituyen el suborden de los tarsioideos. El nombre científico del tarsero-espectro es el de Tarsius spectrum.