El arma más singular es la que posee la raya común. Este extraño pez de forma sumamente aplanada suele permanecer tendido sobre la arena de los fondos poco profundos, resultando casi invisible. Puede suceder por tanto que lo pise algún pescador, provocando así su reacción. En cuanto se la toca, la raya levanta inmediatamente su cola, de la que emerge una larga espina venenosa que normalmente está oculta en una vaina. Si consigue alcanzar la pantorrilla del hombre, la raya le inyecta a éste un veneno paralizante que puede llegar a ser mortal.
¿Cómo utilizan el veneno algunos peces marinos?
El arma más singular es la que posee la raya común. Este extraño pez de forma sumamente aplanada suele permanecer tendido sobre la arena de los fondos poco profundos, resultando casi invisible. Puede suceder por tanto que lo pise algún pescador, provocando así su reacción. En cuanto se la toca, la raya levanta inmediatamente su cola, de la que emerge una larga espina venenosa que normalmente está oculta en una vaina. Si consigue alcanzar la pantorrilla del hombre, la raya le inyecta a éste un veneno paralizante que puede llegar a ser mortal.