¿Cómo utilizan el veneno algu­nos peces marinos?


  Existen algunos peces muy peligro­sos para el hombre, tanto por su fuerza como por su ferocidad. Basta recordar a los tiburones. Los más dañinos son, sin embargo, aquellos que poseen veneno. Algunos peces tienen la carne impregnada de vene­no y, por consiguiente, constituyen presas muy pocos codiciadas. Otros impregnan de veneno los huevos, para defenderlos de los enemigos. Otros poseen aletas o espinas enve­nenadas, distribuidas por todo el cuerpo, o bien dientes provistos de sustancias tóxicas, razón por la cual su mordedura es análoga a la de las serpientes.
  El arma más singular es la que po­see la raya común. Este extraño pez de forma sumamente aplanada suele permanecer tendido sobre la arena de los fondos poco profundos, re­sultando casi invisible. Puede suce­der por tanto que lo pise algún pes­cador, provocando así su reacción. En cuanto se la toca, la raya levanta inmediatamente su cola, de la que emerge una larga espina venenosa que normalmente está oculta en una vaina. Si consigue alcanzar la pantorrilla del hombre, la raya le inyecta a éste un veneno paralizante que puede llegar a ser mortal.