El lenguaje especial de las abejas


 El estudio del lenguaje de las abejas ha avanzado en la actualidad hasta llegar a diferenciar dialec­tos. Hace algunos años, el Dr. Karl von Fritsch, de la Universidad de Munich, dejó sentado el hecho de que las abejas poseen realmente un medio por el que pueden comunicarse unas con otras y sin el cual la notable organización del enjambre hubiera sido casi inexplicable. Su lenguaje está formado, principalmente, por signos semejantes a los que utilizan las personas sordomudas. El Dr. von Fritsch llegó hasta el punto de tener una idea acerca de qué estaban hablando las abejas y aun predecir su comportamiento por su conversación.
Recientemente, el Dr. von Fritsch ha descubierto que distintas varie­dades de abejas tienen lenguajes completamente diferentes, quizá tanto como el francés y el alemán; una variedad no puede saber lo que otra está discutiendo. Ha avanzado, incluso, un paso más —hasta el descubrimiento de que los insectos probablemente emiten sonidos que son inaudibles para el oído humano—. El zumbido que se escucha no es un medio de comunicación. "Hay indicaciones", dijo en un informe a la Fundación Rockefeller, "de que el sonido, probablemente supersónico, juega un rol impor­tante en sus comunicaciones".
"Fisiológicamente sería interesante saber cómo calculan las distan­cias. Sus danzas indican con exactitud notable la distancia entre la colmena y el lugar donde se encuentran los alimentos. ¿Cómo se ajus­tan a las posiciones cambiantes del sol cuando lo usan como refe­rencia? Aparentemente, tienen una excelente memoria para el tiempo, puesto que parecen saber que el sol, en determinados momentos, ocu­pará un cierto lugar en el cielo."