Últimamente se sabe de las acciones que llevan a cabo los activistas por los derechos de los animales. Si bien algunos de estos grupos se caracterizan por su extremismo, lo cual no es correcto. También debemos pensar que lo hacen en reacción por los increíbles abusos a que son sometidos algunos animales. Basta entrar a una de esas modernas granjas de cría de pollos, para salir asqueado por la deshumanización a la que hemos llegado.
Tratamos de imponer a la cría de animales los mismos procesos industriales que se aplican en la fabricación de jabones o de cualquier otro objeto inanimado.
Optimizar recursos y tiempo es la consigna principal en estas granjas.
Si no se le da dignidad a los animales, tampoco es digno el alimento que nos llevamos a la boca.
